En medio de la pandemia de COVID-19 en México, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de decreto que permite la elección consecutiva e inmediata de legisladores hasta el 2030, es decir, les permitiría la reelección sin necesidad de dejar el cargo.
Entonces, ¿esto es grave? Los especialistas consultados por Cuestione explicaron que la elección continua no, de hecho, llega tarde, ya que era una ley cuyo reglamento estaba pendiente por legislar desde el 2014. La manera en la que fue votada, sí, ya que crea incertidumbre.
El mecanismo de elección consecutiva o reelección es normal en una democracia, porque contribuye a que los gobernantes conozcan mejor las necesidades de determinada población o distrito electoral, y a que los votantes sepan cuáles son los avances o retrocesos que tienen los congresistas.
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Los ejemplos más cercanos de reelección son los que vemos en Estados Unidos o España, cuya opción permite a los políticos no descuidar sus puestos como legisladores para poder aspirar a ser elegidos de nuevo.
“De hecho, era una anomalía, en todas las democracias del mundo, salvo Costa Rica, en algún momento Ecuador y muy recientemente en Perú, los legisladores pueden buscar la reelección de manera inmediata”, explicó Rodrigo Salazar, coordinador del Laboratorio de Métodos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
En entrevista con Cuestione, el politólogo explicó que la reelección permite que antes de votar o no una iniciativa, el candidato se detenga a pensar sobre si la decisión le conviene o le gustará a los votantes de su distrito, que finalmente, podrían votar por él de nuevo, o no.
“Entre las ventajas que tiene esta reforma es que los legisladores no tendrían que dejar su curul, podrían seguir trabajando sin descuidar sus actividades y dejar al suplente”, dijo al respecto Fernanda Díaz, economista y abogada de la Universidad de las Américas en Puebla (UDLA).
A pesar de que es una práctica legislativa propia de todas las democracias, algunas personas reaccionaron por la forma en la que se había votado esta reglamentación, expresando su desacuerdo a través de las redes sociales.
Una ley sin reglas
En 2014, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, se realizó la reforma al artículo 59 de la Constitución, en la que se deja claro que no se impone la obligación de separarse del cargo para participar en un proceso electoral.
Esta modificación a la Constitución no fue reglamentada durante la legislatura pasada, a pesar de que, de acuerdo con los expertos que entrevistamos, ya era “urgente”.
“La legislatura pasada fue bastante omisa, la que entró en 2015 y salió en 2018: ellos tuvieron que reglamentar esto pero no lo hicieron, se hizo en ésta. Para 2021, los legisladores ya se pueden reelegir por lo que se necesitaba urgentemente una reglamentación”, dijo Rodrigo Salazar.
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A pesar de todos los puntos a favor que tiene reglamentar una ley y no dejarla en el limbo durante todo un sexenio, la forma y el momento en el que se hizo es lo que genera incertidumbre hacia la propuesta realizada por los actuales diputados, porque no respetaron el proceso legislativo.
“Rompieron todos los protocolos. Es una reforma de tiempos de Peña Nieto, pero para reglamentarla los legisladores ni siquiera la bajaron a puntos legislativos, ni al Comité de Asuntos Electorales, la forma en la que lo hicieron fue muy desaseada, es una forma despectiva de tratar a los demás partidos y a la práctica democrática que tiene como fin impulsar la ley”, agregó Fernanda Díaz.
Fernanda Díaz detalla que debido a la estructura legislativa que tiene México, en la cual existe una mayoría en la Cámara de Diputados, esta reglamentación a la Ley constituye una ventaja para los candidatos que ya están en el Congreso y deja con menos posibilidades a los que se quieran integrar.
Otro de los riesgos que menciona Díaz es que no sabrían dividir el trabajo de sus campañas del que hacen en el legislativo al cual, además, ya se comprometieron. También la cantidad de recursos de un partido que tiene la mayoría en el Congreso puede influir negativamente en la posibilidad de que se elija a alguien nuevo.
Diputados sin partido podrán buscar la reelección
Una de las reformas secundarias aprobadas para regular la reelección de diputados y senadores, incluye la posibilidad de que se reelijan los legisladores provenientes de un partido que haya perdido su registro.
Esta petición, a decir de medios de comunicación presentes en la Cámara de Diputados que presenciaron la votación, fue explícitamente solicitada por el Partido Encuentro Social, así sea por decisión del legislador, por decisión del partido mismo, por alguna decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación o por la pérdida del registro del partido político.
“Morena legisló para favorecer a sus aliados de Encuentro Social. Ya que se está reformando para que de todos modos el legislador pueda reelegirse. Es un escándalo la forma en la que está legislando esta bancada”, dijo Rodrigo Salazar, coordinador en Flacso.
De acuerdo con Salazar, las alianzas que actualmente tiene el partido mayoritario en el Congreso ya califican como una sobrerrepresentación. Sin embargo, este tope no está contemplado como tal en la Constitución, que sólo habla de la representación por partido político de manera individual.
“La sobrerrepresentación se define en la Constitución cuando se rebasa el 8%; cuando se estableció esto en la ley, aún no existían las alianzas, sólo se limitaba a la concentración por partido. Esto cambió cuando el PRI y el Partido Verde comienzan a trabajar juntos para competir por candidaturas”, detalló Salazar.
Reelegir a un diputado o a un senador garantiza la continuidad en proyectos importantes a nivel alcaldía, municipal e incluso, a nivel nacional. Pero, volver a elegir a legisladores que conforman una mayoría ¿le conviene al país a largo plazo?
